Paseando por Nicra~!

Como no se nos ocurrió a quien más decirle, Kaiser, Adara, Ediren y yo bajamos a Nicra.

- ¡¡Bueno!! Esto es el mercado de Nicra. ¿Tenéis que comprar algo? Comida, animales, ropa, ...

Ah, me apetece una zanahoria

- Mmmm... A mí me gustaría explorar un poco y ver qué tiendas hay :3 - dije, mirando con curiosidad a mi alrededor. No tenía necesidad de comprar nada en ese momento, y dar unas cuantas vueltas por la ciudad para conocerla me vendría bien.

- Hm... a ver... tendría que conocerme de memoria esta ciudad, pero la verdad es que no sé ni qué hay. Bueno, exploremos por este lado a ver - señalé una calle donde había poca gente.

Caminé hacia allí. Estuve mirando tiendas y otras cosas (pero no había nada interesante ). Al mirar atrás sólo Edi me seguía. Continué mi camino hasta ver algo inusual: unos enormes aparatos hechos de madera y que medían 2 o 3 o 4 yos.

- Waaau ¿Qué debe ser esto? -empecé a dar vueltas alrededor de los aparatos. Qué grandes~ ¿Para qué servirían? - ¿Tú lo sabes?


PD: Aparato que ve:

Spoiler:

... Vale, no era eso.

Spoiler:

Eso sí.

Estaba mirando las cosas de un tenderete cuando escuché la voz de Bop.

- Waaau ¿Qué debe ser esto? ¿Tú lo sabes?

Me giré para ver a qué se refería y entonces me fijé en las enormes estructuras que había ahí.
- Parecen catapultas. - dije, acercándome a mirarlas con curiosidad. Sólo las había visto dibujadas en libros, así que verlas por primera vez en directo me impactó bastante por el enorme tamaño que tenían. - ¿Crees que funcionarán? - pregunté con curiosidad, rozando la madera con una mano. No veía ningún guardia por ahí cerca, algo extraño en el caso de que realmente funcionasen.

- Hmmm no tengo ni idea -sigo sin saber para qué sirven- podemos mirar a ver...

empecé a mirar una de todas esas catapultas. Me apoyé en una de ellas, subí encima de un soporte para ir más arriba y entonces algo salió disparado.

Me quedé mirando a ver qué era. Se rompían en el cielo.
- Mira, son como estrellas =D

Y vi como caían directamente en el Vran.
- .....

Vi cómo Bop se subía a la catapulta. Estuve a punto de decirle que fuese con cuidado, pero antes de que pudiese hacerlo la catapulta se disparó.

- Mira, son como estrellas =D - dijo ella. Yo me había quedado sin habla al comprobar que SÍ funcionaban, y rezaba para que no destrozasen nada o nos caería una buena. Seguí el recorrido de los proyectiles hasta que estos se estrellaron contra el instituto.

- ... Ettooo... Creo que sería mejor largarnos de aquí... - dije, mirando a mi alrededor por si alguien se había dado cuenta de lo ocurrido. Apenas acababa de llegar allí y ya me iban a echar a patadas por cargarme un edificio...

- ... Ettooo... Creo que sería mejor largarnos de aquí...- dijo Edi.

- Sí, casi que volvamos con nuestros compañeros... -y me alejé discretamente de las catapultas por donde habíamos venido.

Nos alejamos lo más rápidamente que pudimos de las catapultas y sin que nadie nos detuviera o nos dijese nada.

- Supongo que deberíamos ir al Vran a ver cómo ha quedado... - le murmuré a Bop, mirando con nerviosismo a mi alrededor por si alguien nos señalaba acusadoramente.

- Rápido, rápido antes de que alguien nos vea...

¿O quizás deberíamos ir lentas? Bueno, todo el mundo lo ha visto -susurré.

Seguí corriendo hasta el instituto "atacado"...

Mientras los cuatro caminaban, Adara se paró un momento a observar a una chica con un pequeño conejo en sus manos, bastante adorable y peludito. La pequeña sonreía emocionada al verlo:

- Que mono es... - dijo, casi murmurando para si misma.

Kaiser se paró y se acercó para observarla. Aún seguía con aquella extraña sensación con esa chica, lo cual le causaba mucha curiosidad, ya que no entendía el por qué. De esa manera parecía muy normal, pero algo escondía, de eso estaba seguro. De repente la pequeña se giró, y miró a Kaiser bastante asustada, quedando cabizbaja al poco. Kaiser no entendía que pasaba, así que se giró, observando como Bop y Ediren se habían marchado sin decir nada. Probablemente no se dieron cuenta de que se habían parado. Kaiser se acercó a mirar por todos lados, pero no las vió. Se rascó la cabeza extrañado y volvió con Adara. La pobre estaba algo asustada, así que Kaiser intentó animarla.

-No te preocupes pequeña, vamos a dar una vuelta a ver si les vemos, ¿vale? -dijo Kaiser, sonriendo-No pienso dejarte sola

Con aquello Adara parecía haberse quedado más tranquila. Kaiser tomó su mano suavemente y se dirigieron a buscar a aquel par de descuidadas, aunque, a pesar de la confianza que mostraba, Kaiser se encontraba algo nervioso, ya que no conocía la ciudad y posiblemente se perderían más aún. Pero no podía mostrarle eso a la pequeña, sino la asustaría más. Así que prosiguieron la marcha, mientras unas rocas volaban por el cielo.

-Pero que... -dijo Kaiser, sin entender nada.