Al entrar, cerré la puerta tras de mi y dejé la maleta en el suelo.
Avancé un poco, observando bien aquel lugar. Era... genial. Espaciosa, con un armario más o menos grande (posiblemente con más espacio del que necesitaría), dos mesas, una estanteria, la cama y una gran ventana. Corrí hacia la ventana y la abrí, notando la suave brisa en mi rostro y sonreí mientras miraba las vistas.
Luego fui hacia mi cama y me dejé caer de espaldas, entrecerrando los ojos.
"Si no cumples nuestro objetivo, te echaremos de la familia. Debes cumplir, Adara, ya que nunca lo has hecho". Mi madre fue concisa, exacta...
Suspiré y asentí levemente con la cabeza, no podía hacer otra cosa. Aunque yo aceptaba que me echasen de mi familia, a ellos no les gustaba que yo aceptase sin más. Debía poner todo de mi parte, para ser digna sucesora...
Me impulsé, para sentarme y miré hacia un lado. Sonriendo.
-Haré lo que pueda...-murmuré.